miércoles, 30 de enero de 2019

El uso de energías renovables impulsan el desarrollo local y regional



Muchos países han diseñado sus propios planes de acción para moderar las emisiones de CO2 y así reducir el impacto sobre el calentamiento global según el marco del Acuerdo de París. No obstante, la suma de estos proyectos no es suficiente para limitar el cambio climático por debajo de los 2 °C. Es fundamental que los países refuercen sus estrategias para afianzar los objetivos de ese acuerdo y aumenten el compromiso para abordar las consecuencias del cambio climático.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, reunirá a los líderes mundiales de los ámbitos gubernamental, financiero, empresarial y civil en la Cumbre sobre el Clima en Chile 2019. Allí convocará a estos líderes para que realicen comunicados y acciones audaces en la Cumbre con el fin de reducir las emisiones, reforzar la resiliencia climática y movilizar la voluntad política para alcanzar un acuerdo ambicioso y significativo similar al de diciembre de 2015 en París.
En esta ocasión citaremos a Marruecos, como ejemplo en el uso de energías renovables diversificadas puesto que su territorio tiene 3000 hs de sol/año.











Marruecos es un país en vías de desarrollo que comparamos con las estadísticas más importantes de un país franco-anglosajón americano:

Indices
Marruecos
Canadá
Población
35.759.580 (2018)
36.657.000 (2018)
Desarrollo Humano
0,667 (2018)
0,926 (2018)
GINI
0,40 (2007)
33,68 (2010)
PIB per cápita
2717 euros (2018)
39811 euros (2018)
Tasa de desempleo
9,6 % (2016)
5,2% (2018)
Emigrantes
8,11% (2017)
3,71 % (2017)
Balanza comercial
Muy Deficitaria (2017)
Deficitaria (2017)
Emisión de CO2 per capita
1,63 (2018)
18,62 (2017)

Fuente: ONU

Ese país debe conjugar dos variables que combinan mal entre sí: una fuerte dependencia energética (94,6%) y un consumo energético creciente (se estima un aumento del 5,4% anual para el período 2014-2023). No obstante, ante los progresos a medio camino del plan, el Rey Mohamed VI redefinió en diciembre de 2015, en el marco de la COP 21 de París, la estrategia del país hasta elevar el objetivo de la ratio de energías renovables al 52% (20% solar, 20% eólica y 12% hidráulica). Las autoridades públicas marroquíes, dentro del marco de la estrategia energética nacional, pusieron en marcha en noviembre de 2009 el plan nacional de desarrollo para la energía solar (Plan Solar): desplegar una potencia instalada de 2.000 MW hasta 2020, dotando a una superficie de 10.000 hectáreas de tecnologías solares fotovoltaicas y térmicas. Este programa ahorrará 1 millón de tn de petróleo anuales y evitará la emisión de 3,7 millones de tn de CO2 al año.
De manera homóloga al Plan Solar, en 2010 se firmó en Tánger el convenio marco del Programa Integral de Energía Eólica, que pretende alcanzar una potencia instalada de origen eólico de 2.000 MW en 2020, a través de 15 parques eólicos.
Para alcanzar el objetivo del 52% en el energy mix, Marruecos tendrá que acometer inversiones para obtener 10.000 MW adicionales de fuentes renovables en el período 2016-2030 (4.500 MW en energía solar, 4.200 MW en eólica y 1.300 MW en hidroeléctrica). En total, estas inversiones supondrán 40.000 millones de dólares en los próximos 15 años, de los que tres cuartos serán invertidos en energías renovables. Estas inversiones fueron posibles gracias a la relación especial que Marruecos ha establecido con la Unión Europea que, a través de su Plan Solar Mediterráneo, ha financiado este proyecto a través del Banco Europeo de Inversiones, la Agencia Francesa de Desarrollo, el KfW Bankengruppe y el Banco Mundial.
A partir de febrero del 2016, este país del continente africano tiene la planta solar más grande del mundo con una capacidad de 160 megavatios, para abastecer a 135.000 hogares. La primera fase de esta megaplanta termosolar ,llamada Noor I, Luz I, en árabe, tiene una superficie de 450 hectáreas y un costo de unos 775 millones de euros.


 Las obras de la segunda y tercera fase de la central (Noor II que almacenará electricidad durante siete horas y Noor III que utilizará la tecnología de torre central), que ganó en enero de 2015 un consorcio formado por la empresa saudí Acwa Power y la empresa española Sener, ya están en marcha con un proyecto valorado en 1800 millones de euros.



La construcción de la planta ha supuesto grandes cambios en Ouarzazate, una pequeña ciudad entre el Gran Atlas y el Anti Atlas, al atraer a centenares de técnicos internacionales, sobre todo españoles, que ha animado incluso a compañías aéreas a abrir líneas regulares entre Madrid y esta localidad mientras dure el proyecto. El comienzo de operación de estas plantas fue a finales de 2018.



A estos desarrollos en la región de Ouarzazate se suman otros proyectos de plantas de energía solar cuyas construcciones están previstas en la ciudad marroquí de Midelt, situada en el centro del país, y en las provincias del Sur, específicamente en El Aiún y C. Bojador.
 
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