Un
espacio geográfico es producto de la construcción social en un determinado
territorio. Hay muchos ejemplos de espacios geográficos urbanos y rurales que
desde la antigüedad se han localizado en sitios favorables para un grupo social
así como también en lugares adversos por el clima o el relieve. En esta
presentación haremos una reseña de un nuevo espacio geográfico exitoso a partir
de un espacio natural adverso a la ocupación del suelo.
China es el país con mayores índices
de emisiones de carbono pero también es uno de los que emprende programas
novedosos para revertir ese proceso.
Kubuqi es el séptimo mayor desierto
de China y se ubica al norte de la meseta de Ordos, en Mongolia interior, a 800
km de Beijing. Ese espacio era una de las principales fuentes de tormentas de
arena que contribuía a la contaminación ambiental de la capital china.
El Grupo Elion Resources Group
inició el plan de control del desierto de Kubuqi en 1988 y junto a campesinos y
pastores cultivaron para mejorar la calidad del suelo y construyeron centrales
fotovoltaicas para generar 500 millones de kilovatios/ hora de electricidad
para la red nacional cada año.
Con la oferta laboral tan diversa más de 102.000 personas han
salido de la pobreza al tiempo que se luchaba contra la desertificación. El
modelo Kubuqi supone una experiencia de gran valor para otros países que
comparten la misma problemática. Se requiere una estrategia combinada entre las
medidas políticas, la inversión comercial, la agricultura local orientada al
mercado y la mejora continua del ambiente local.
Se han forestado con sauces y
regaliz (una planta medicinal para la industria farmacéutica) más de 6000 km2
en el desierto de Kubuqi que han reducido el 90% de las tormentas de arena.
Innovaron en un sistema de plantación a partir de chorros de agua que reduce de
10 minutos a 10 segundos el tiempo de plantación de cada árbol. El espacio
forestado generó que las lluvias aumentaran de 100mm en 1988 a 456mm en 2016.
Un tercio del desierto ahora está
cubierto de verde y desde 1996 se empezó a construir una red entrecruzada de
cinco carreteras con una longitud total de 343 km que lo atraviesa. En 2006 los
pastores y campesinos se mudaron a aldeas recién construidas y se abrieron
comercios y moteles para los turistas.
En
2016, el gobierno de la Región Autónoma de Mongolia Interior, construyó un
canal para desviar el agua del río Amarillo hacia zonas bajas del desierto
Kubuqi. Este
proyecto de ingeniería hidráulica además de irrigar las plantas en el desierto,
al desviar volúmenes de agua considerables también reduce la frecuencia de
inundaciones a lo largo del Río Amarillo.
ONU designó a Kubuqi en 2014 como un
ejemplo ecológico y económico global y el Programa Ambiental de ese organismo
realizó un informe en la Conferencia sobre Cambio Climático en París 2015 donde
reconocía el éxito del control de la desertificación en Kubuqi. El nuevo
espacio chino organiza un foro internacional cada dos años desde 2007, el
último encuentro fue sobre el tema El cinturón verde y el camino,
compartiendo la economía del desierto.
China ofrece al mundo experiencia,
tecnología y un modelo para mejorar la problemática de la desertificación. El país
proyecta reforestar 50% de la tierras afectadas por la desertificación hasta
2020 y el resto en 2050 según un informe de la Administación Forestal Estatal.
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