El calentamiento global que se produce en la atmósfera
por la presencia en ella de gases de efecto invernadero y el cambio climático
generan cada vez más claras relaciones de causa/ efecto de un conjunto de
riesgos tangibles que atraviesan la vida cotidiana de todos. Ahora la tesis del
calentamiento global y el cambio climático son aceptadas por gran parte de
políticos y ciudadanos y todos reconocen que el científico James E. Hansen,
director del Instituto Goddard para Estudios Espaciales de NASA en 1988, fue
uno de los primeros difusores de la teoría del cambio climático. Expresión que
fue acuñada antes por Wallace Broecker, el científico que en 1975 publicó en la
revista Science un artículo con ese mismo título: “Cambio climático: ¿Estamos
al borde de un acusado calentamiento global?” En ese trabajo anunció que a
principios del siglo XXI las temperaturas subirían, a causa de las emisiones de
CO2 de naturaleza antrópica.
David Harvey (2014) expresa que la dirección
que toma esta producción es una cuestión abierta y no cerrada, siendo evidente
asimismo desde hace mucho tiempo que se trata de un asunto plagado de
consecuencias no deseadas. Así, los frigoríficos, que facilitaron el reparto de
alimentos no contaminados a una pujante población urbana, fueron
identificados, muchos años después, como el origen de los clorofluorocarburos
(CFC) que estaban nada menos que ¡destruyendo la capa de ozono estratosférica
que nos protege de la radiaciones solares!
Hoy el calentamiento global de origen
antrópico parece estar fuera de dudas y sus efectos presentan numerosas
evidencias: desde el inicio de 2015 hasta la fecha se manifestaron importantes
desastres ambientales en espacios geográficos de todo el mundo y en particular,
en América Latina, que fueron registrados en este blog. Estos últimos se
relacionan con el cambio climático así como algunos ejemplos en América Central
donde desde hace algunos años allí se manifiesta una infección de hongos, la
roya, que afecta la productividad de los cafetales y genera la disminución de
ingresos de los campesinos. Los pequeños agricultores necesitan más
conocimientos y accesos a créditos para adquirir las herramientas necesarias
para ser más resilientes ante estos acontecimientos a fin de mitigar las
amenazas a los cultivos. Los arrecifes coralinos también sufren las
consecuencias del aumento de temperatura del agua, en especial en el Caribe,
éste contribuye al blanqueamiento y muerte del coral y la acidificación
dificulta que los pólipos de coral construyan los esqueletos que conforman los
arrecifes. Un buen manejo y control de las actividades costeras como el
desarrollo inmobiliario con fines turísticos, la sobrepesca y la contaminación
los puede hacer más resilientes. Un estudio realizado por el Instituto
Australiano de Ciencias Marinas detectó que, entre 1985 y 2012, el arrecife
perdió la mitad de su cobertura de coral o pólipos vivos. En África Central y
Occidental, seis países dependen del lago Chad que ha reducido 95% de su
capacidad en los últimos 40 años. Las áreas más significativas en el cambio
climático por la gravedad del deshielo son la banquisa permanente en el Océano
Glacial Ártico así como la calota y los glaciares en el interior de
Groenlandia, la banquisa permanente y
las barreras de hielo en Antártida, los glaciares de los Himalayas y la
deforestación en Amazonia.
En América del Norte, este cambio afecta el habitat de aves migratorias que se desplazan por la ruta del Pacífico porque los humedales, otrora abundantes, al norte del valle central de California, en la actualidad han disminuido por la extensión de granjas de arroz o fueron destruidos por la sequía. Se calcula, según el Laboratorio de Ornitología de Cornell, que para 2080 las siguientes especies perderán parte de su habitat:
Especie
|
Pérdida de habitat
|
Bioma
|
Urogallo de las artemisas
|
92%
|
Tierras áridas
|
Chotacabras cuerporruín
|
55%
|
Bosque oriental
|
Tecolote serrano
|
49%
|
Bosque occidental
|
Bisbita llanera
|
47%
|
Praderas
|
Chorlito dorado asiático
|
32%
|
Océano, costa
|
Si se consideran las predicciones en los próximos años de los cambios de
temperatura y de precipitaciones, es posible, que se expanda la cantidad de
tierra para uso agrario. Aunque algunos modelos económicos indican que, debido
a inundaciones, sequías y olas de calor y de frío, la producción de trigo
podría disminuir hasta 15% en los siguientes cinco años. A fin de combatir los
efectos negativos del cambio climático en Rusia, en la estepa árida de Kulunda,
Siberia, se realiza el cultivo sin labranza con una mejora de hasta 25% de recuperación
de suelo degradado. La adopción de técnicas exitosas y rentables por su bajo
costo y amigables con el ambiente permiten afianzar así como extender la
agricultura de conservación.
En la reciente obra de Klein, N. (2015) la autora expresa que el
capitalismo creó y profundizó una crisis ambiental grave y es un imperativo
ético de la sociedad occidental responder con soluciones definitivas al cambio
climático. Si bien su propuesta no es fácil de instrumentar a corto plazo
propone que se debería considerar un acuerdo con los países más contaminantes
para instrumentar un impuesto a los más ricos, desacelerar el comercio
internacional, cerrar los paraísos fiscales y reducir las jornadas laborales.
La propuesta sobre una nueva economía basada en las energías renovables de la
canadiense globofóbica parece poco probable que ocurra atendiendo a los
intereses de países más desarrollados y los emergentes, en especial, China e
India. El cambio climático afecta también a los países en desarrollo porque hay
una gran asimetría entre las causas (emisión) y los efectos (impacto); entre
las capacidades y las responsabilidades de las naciones; la preocupación de
estos países en cuanto a su desarrollo económico en las próximas décadas y su
débil poder relativo en el seno de las negociaciones y acuerdos
internacionales. En 2013 las emisiones globales de CO2 aumentaron 2,3%. En este
momento el mundo está comprometido a mantener el calentamiento en no más de 2°C
según el Acuerdo de Copenhague 2009. Llevará tiempo implementar la tecnología y
la infraestructura necesarias para desprenderse de los combustibles fósiles
aunque la mayoría de la población mundial, sin embargo, podrá consumir más de
los que consume en este momento. Es necesario enormes cambios de política pública
para salir de la lógica del libre mercado que ha hecho que tantas de esas
políticas necesarias parezcan imposibles. Nicaragua duplicó la electricidad
generada con energías renovables en siete años. En 2007 el consumo era de 23% y
en 2015 es de 54%. La fuente más utilizada ha sido la del viento que representa
el 18% del total de las energías renovables en ese país porque demanda menor
inversión. En 2014 81% de los nicaragüenses tenía acceso a la electricidad.
La Convención Marco sobre el
Cambio Climático de la ONU ha supuesto un paso clave hacia la consecución de un
acuerdo universal sobre el clima en París, febrero de este año. El texto fue
acordado en la Conferencia sobre el Cambio Climático celebrada en Ginebra, e
incluye los puntos más significativos de este nuevo acuerdo: medidas de
mitigación, adaptación, financiación, tecnología, desarrollo de las capacidades
y transparencia en la acción y en el apoyo a este problema. Las partes de la
negociación volverán a reunirse en la Conferencia sobre el Cambio Climático que
se celebrará en Bonn del 1 al 11 de junio para buscar la convergencia y
encontrar la forma de aunar posturas y alcanzar puntos de vista comunes. Tras
la conferencia de junio se han programado otras dos sesiones formales en Bonn,
una del 31 de agosto al 4 de septiembre, y otra del 19 al 23 de octubre.
Ban Ki-moon, secretario general de ONU,
en su visita al estado del Vaticano el 28.4.15, aseguró que mitigar el cambio
climático y adaptarse a sus efectos es necesario para erradicar la extrema
pobreza, reducir la desigualdad y garantizar un desarrollo económico equitativo
y sostenible. Asimismo, consideró que el fenómeno está intrínsecamente
vinculado a la salud pública, a la seguridad del agua y de los alimentos, a los
movimientos migratorios, a la paz y a la seguridad. Ban encomió los repetidos
llamamientos del papa Francisco para combatir los efectos del cambio climático
y dijo que esperaba con mucho interés la encíclica, que versará sobre esta
cuestión.
El estudio “Modelos Climáticos”, realizado
por el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA-CONICET)
representa la evaluación de las tendencias del clima de Argentina en los últimos
50 años y su proyección hacia el futuro y marca la agenda ambiental con el eje
de Cambio Climático. Esta Tercera Comunicación
2015– parte de la obligación del país ante la ONU – es una herramienta
fundamental para la gestión, principalmente para definir medidas de adaptación.
Desde un aspecto técnico se trabaja con modelos matemáticos que permiten
prever qué va a pasar con el clima, sobre todo con el régimen de lluvias y de
temperaturas desde ahora y con una proyección a 100 años, que lo transforma en
una herramienta fundamental para definir las medidas de adaptación.
Actuar correctamente ante el régimen global
de cambio climático requiere la cooperación entre todos los países. La fractura
principal es la que separa los países desarrollados y los que están en
desarrollo, por eso, la equidad en materia de cambio climático es una cuestión
que provoca vehementes debates con resultados anodinos. Los más pobres son los
más vulnerables ante el cambio climático pues viven en regiones más expuestas a
las inundaciones, huracanes y sequías y además poseen menos capacidad para
soportar semejantes desastres. Ellos son más dependientes de los productos del
ecosistema para vivir de ahí que los efectos que provoca la evolución del clima
son una amenaza para los recursos, la alimentación y la salud.
De
acuerdo a la conclusión que expone Harvey (2014), respecto al futuro del
capitalismo y su impacto en el cambio climático, el problema es la arrogancia
desmedida y los intereses creados de ciertas facciones del capital (y de
ciertos gobiernos y aparatos de estados capitalistas) que tienen el poder de
impugnar, desbaratar y evitar aquellas acciones que amenazan su rentabilidad,
su posición competitiva y su poder económico.
Bibliografía de consulta
Harvey, D. 2014. Diecisiete contradicciones
y el fin del capitalismo. Quito: Editorial IAEN, 1ª. Ed.
Klein, N. La ética de la esperanza
climática. En: Review. Mayo-Junio 2015, Buenos Aires: Capital Intelectual.
Klein, N. 2015 . Esto lo cambia todo. El
capitalismo contra el clima. Barcelona: Paidós.
Kolbert, E. Cambio climático ¿una cura para
el capitalismo? En: Review. Mayo-Junio 2015, Buenos Aires: Capital
Intelectual.
National Geographic en Español, México:
Abril 2015.
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Mayo 2015.
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Junio 2015.
Reid, H. y Alam, M. 2008. Los cambios
climáticos y los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En: El clima visto
desde el Sur. El calentamiento global según los países emergentes. Buenos
Aires: Le Monde Diplomatique – Capital Intelectual 2008.
Shukla,
P. R. 2002. Clima y desarrollo económico: en busca
de una articulación equilibrada. En: El clima
visto desde el Sur. El calentamiento global según los países emergentes.
Buenos Aires: Le Monde Diplomatique – Capital Intelectual 2008.
Tamames, R. 2010. El grito de la Tierra.
Biósfera y cambio climático. Barcelona: RBA Libros S.A.
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ResponderEliminar¡Un informe brillante!
ResponderEliminarRealmente hay que tomar conciencia del cambio climático en el mundo y comenzar a actuar a través de políticas ambientales más eficientes y menos condescendientes con los poderes capitalistas. Pero primero, empezar por la educación, como acá. ¡Excelente trabajo!