La observación satelital es una parte indispensable del
sistema global de detección y seguimiento de erupciones volcánicas dado que la
información se canaliza por la red de centros de seguimiento de cenizas
volcánicas. Los datos satelitales proveen información sobre la cobertura, masa,
altura y movimiento de la nube de ceniza que amenaza a la población y a la
navegación aérea.
Las principales limitaciones de los sistemas satelitales
son:
-
ocultamiento
por las nubes o la humedad ambiente
-
capacidad
reducida durante la noche
-
habilidad
limitada para detectar pequeños eventos
Satélite
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Sensor
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Aplicación
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ERBS
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SAGE II
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Detección de aerosoles volcánicos.
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GOESS
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VISSR
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Desarrollo regional de plumas. Determinación de
temperatura y altura de la columna eruptiva.
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GMS
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GMS
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Desarrollo regional de plumas. Determinación de
temperatura y altura de la columna eruptiva.
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INSTA
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INSTA
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Desarrollo regional de plumas. Determinación de
temperatura y altura de la columna eruptiva.
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LANDSAT
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MSS
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Observación de plumas persistentes.
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METEOSAT
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METEOSAT
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Desarrollo regional de plumas. Determinación de
temperatura y altura de la columna eruptiva.
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NIMBUS
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TOMS
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Detección de SO2. Desarrollo global.
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NOAA
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AVHRR
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Desarrollo regional de plumas. Determinación de
temperatura y altura de la columna eruptiva.
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HIRS2
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Detección de SO2. Desarrollo global.
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SPOT
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SPOT
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Observación de plumas persistentes.
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UARS
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MLS
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Detección de SO2. Desarrollo global.
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SAC-C
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MMRS / HRTC / HSTC
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Desarrollo regional de plumas. Determinación de
temperatura y altura de la columna eruptiva.
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El seguimiento satelital facilita la
tarea de emisión de las alertas tempranas para el tráfico aéreo así como a la
toma de las medidas preventivas del caso por parte de las autoridades
jurisdiccionales afectadas. El Centro de Cenizas Volcánicas Buenos Aires (VAAC
según las siglas en inglés) tiene la responsabilidad de esta tarea desde 1998
en Sudamérica. Emite avisos cada 6 hs. y por un plazo de 24 hs. (este último
con modalidad experimental).
CONAE participa desde 2003 en la
Carta Internacional “El espacio y las grandes catástrofes” creada entre
las agencias espaciales de numerosos países: CSA, ISRO, USGS, NOAA, JAXA y
BNSC. El objetivo de la Carta es facilitar gratuitamente el acceso a
información espacial a los países que lo soliciten para actuar ante una
catástrofe en su territorio. Surgió de una iniciativa originada por el Centro
de Estudios Espaciales de Francia (CNES) y la Agencia Espacial Europea (ESA)
durante la reunión internacional UNISPACE III realizada en 1999.
Durante
una erupción los volcanes emiten dos tipos de productos de riesgo para la
población que según su alcance se denominan:
-
productos
proximales como lava, flujos piroclásticos y lahares o flujos de barro
que afectan en una distancia de 100 km desde el volcán.
- productos
distales como la lluvia de cenizas que afecta grandes áreas del
territorio y puede alcanzar distancias de miles de kilómetros y es de alto riesgo
para la aeronavegación.
El flujo de lava puede observarse con las bandas
infrarrojas de media resolución de satélites geoestacionarios y de alta
resolución de satélites de órbita polar. También los datos interferométricos de
radar pueden detectar las deformaciones y los cambios topográficos que preceden
y son causados por las erupciones volcánicas. La emisión de SO2, como un
precursor de erupción, se detecta con los datos UV del TOMS. También es posible
utilizar MODIS y ASTER del TERRA. El monitoreo térmico de las bandas de IR del
GOES es el mejor producto actual aunque su utilidad se limita a una resolución
espacial de 4 km.
En relación a la erupción del volcán chileno Calbuco (2003 m s.n.m.) los
análisis de los modelos numéricos de dispersión de ceniza volcániza los ejecuta
el SMN-VAAC BS.AS. Desde el 22 de abril 6:04 p.m. y el 23 de ese mes a la
1:30 hs ocurrieron dos procesos eruptivos con 140 temblores por hora.
Los
vientos del oeste favorecen el ingreso de la ceniza volcánica sobre el
territorio argentino en tanto que la falta de lluvia hace que la misma continúe
suspendida en la atmósfera. La ceniza (sílice en su mayor parte) tiene gran
capacidad erosiva, irrita los ojos y las vías respiratorias, contamina las
pasturas y el agua superficial y se acumula en las turbinas de los aviones.
Este volcán levantó una columna de cenizas de 15 km de altura que obligó a las
autoridades chilenas a dictar el alerta roja, alerta sanitaria, zona de
exclusión de 20 km alrededor del volcán
y estado de excepción constitucional y zona de catástrofe en la
provincia de Llanquihue y la comuna de Puerto Octay para la evacuación de más
de 4000 personas y de ganado.
Este volcán que se mantuvo inactivo desde 1972
se ubica en la Región de los Lagos, sur de Chile, provincia de Llanquihue
una zona turística muy visitada por su gran belleza paisajística. Los albergues
habilitados para los evacuados están en las localidades de Ensenada,
Correntoso, Lago Chapo, Cascadas, Puerto Montt, Puerto Octay y Osorno. Las
ciudades argentinas más afectadas son Villa La Angostura, San Martín de los
Andes y Bariloche. La circulación terrestre fue cerrada en el paso trasandino
Cardenal Samoré.
La evacuación de la zona afectada incluye
la suspensión de las clases por el tiempo que duren las medidas durante la
emergencia y la limpieza del barrio después del evento. Por tanto, la práctica
docente se limita a tareas previamente planificadas dado que la región está
bajo riesgo volcánico y sísmico permanente. Los alumnos tendrán en su porfolio
lecturas y ejercicios que lo tengan en contacto con la realidad del espacio
geográfico que habita, en especial conocerá los consejos e instrucciones de
manejo del riesgo durante y después del evento.
En las zonas más alejadas pero también
afectadas por las cenizas se aconseja el repaso en clase del tema sobre el
riesgo volcánico y sísmico así como la motivación para que los estudiantes
busquen imágenes satelitales de los eventos similares más recientes y las
interpreten. También se sugiere que los alumnos preparen una galería de fotos y
de videos sobre esos riesgos a fin de analizar las consecuencias del evento. Es
necesario que desde el ámbito escolar se profundice la solidaridad con todas las
comunidades afectadas mediante la colecta de ropa, alimentos, útiles escolares
y ayuda en la limpieza de la zona para que la sociedad impactada retome las
actividades con normalidad a la brevedad bajo las normativas dictadas por el
gobierno local.
Bibliografía de interés sobre el tema
Hernández,
A.M. – Moragues, J.A. 2002. Uso de la información espacial para la
gestión de emergencias. Buenos Aires: CONAE.
Rodgers.K.P. 1993. Manual sobre el manejo de peligros
naturales en la planificación para el desarrollo regional integrado.
Washington D.C.: OEA, Departamento de Desarrollo Regional y Medio Ambiente.
Viramonte, J.G. et al. 2004. Uso de sensores remotos para
la mitigación de efectos causados por erupciones volcánicas. Buenos Aires:
CONAE.
Sitios web recomendados sobre el tema
www.segemar.gob.ar
www.sernageomin.cl
www.sernageomin.cl
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