lunes, 1 de febrero de 2016

El avance del monocultivo forestal acelera la transformación de la naturaleza en espacios rurales con alto impacto social y ambiental



 

Un sistema agrario es un conjunto de factores naturales (relieve, suelo, clima) y humanos (históricos, socio-culturales, económicos, tecnológicos) que la sociedad organiza para producir cultivos alimenticios e industriales en lo posible con altas rentas. Muchos geógrafos y economistas clasificaron con diferentes criterios a estos sistemas como es el ejemplo de Whiettesley, D. quien los enmarca en 15 categorías, y en el caso de estudio seleccionado, lo incluye como sistema de plantaciones. Si se considera la clasificación de Symons, L. la simplifica a sólo cuatro categorías de las cuales nombra a nuestro objetivo como agricultura de plantaciones mientras que Boserup, E. lo sitúa como cultivo por rozas en monte alto dentro de cinco categorías.
El monocultivo forestal es uno de los sistemas representativos de la economía de mercado globalizada cuyo origen se remonta a las primeras colonizaciones europeas en América aunque el mayor desarrollo corresponde al siglo XIX y XX en África y Asia. Este sistema dedicado a producir cultivos de exportación ha impactado en la sociedad local porque ha dado lugar al campesino-plantador que vende a las grandes empresas comerciales. Esta agricultura de plantación, como se la clasifica de forma tradicional, tiene como características la especialización de cultivos y de zonas, de ahí el nombre de monocultivo, con técnicas de plantación y de recolección racionalizados en grandes unidades operativas con especialización de la mano de obra y con fuertes inversiones de capital para obtener una producción masiva con altas rentas.
En América, Guatemala y Colombia son los principales países productores de caucho pues tienen zonas de gran capacidad para el monocultivo por las condiciones del territorio como el suelo y el clima y a su vez están clasificadas como zonas de escape al mal sudamericano de las hojas de esos árboles (M. ulei). En el caso de Colombia, según Finagro 2011, las plantaciones se ubican en las tierras bajas tropicales situadas entre 0 y 1300 m s.n.m. entre 10°N y 10°S aunque el área más productiva se desarrolla a 6° hacia ambos lados del ecuador. En ese país el Estado ha fomentado la extensión del monocultivo del caucho fundamentando una mejora en las condiciones de empleo y en la calidad de vida de las familias puesto que esa actividad les garantiza un ingreso permanente durante casi 25 años (Asoheca 2010). Para lograr esos objetivos se brindan estímulos financieros como el certificado de incentivo forestal (ICR), capitalización rural y el agro ingreso seguro. Para evaluar el éxito del programa se requiere procesos de monitoreo adecuados a fin de conocer el impacto de las plantaciones en la población más vulnerable (pueblos originarios y pequeños productores) y sobre la biodiversidad a escala del paisaje. El inicio de este monocultivo se establece en el jardín clonal donde se realiza la selección de clones por su oferta genética con rendimientos cercanos a 1500 kg/ha/año para clones brasileros y hasta 2500 kg/ha/año en clones asiáticos. La creciente producción de caucho natural se concentra en los departamentos de Caquetá, Santander, Antioquía, Córdoba, Meta, Tolima, César y Orinoquia (Fuente: Congreso Internacional del Caucho y su Agroindustria 2010):

2002
6787   ha
2006
20783 ha
2009
35789 ha
2010
45302 ha
                   

En el sudeste asiático es donde el monocultivo forestal alcanzó mayor importancia y diversidad. La abundante mano de obra ha sido el factor decisivo para la plantación industrial de la hevea brasiliensis que además requiere grandes superficies de explotación con un mínimo rentable de 300 ha. Este tipo de plantación se realiza mediante la tala y el rozado de la selva tropical. Gil, A. (1990:43) establece diferentes espacios rurales en esa región para la producción de caucho:
  1. Los estates pertenecientes a sociedades financieras e industriales con propiedades de varios cientos de hectáreas situadas en valles de hasta 400m s.n.m.
  2. Los estates medios de 40 a 200 ha propiedad de agricultores chinos enriquecidos o de europeos.
  3. Los smallholdings de hasta 40 ha situados en las llanuras litorales de propiedad de chinos y de malayos.


El norte de Tailandia hace 10 años estaba cubierto de una densa selva tropical nativa pero en la actualidad las laderas de las sierras se presentan con plantaciones de hevea brasiliensis, más conocido como árbol de caucho, al igual sucede como una nueva fiebre del caucho en el territorio de China, Vietnam, Laos, Camboya y Myanmar. Las ¾ partes de la producción mundial de caucho se usan en la fabricación de neumáticos destinados a automóviles, camiones y aviones. Más del 40% del caucho mundial proviene de la especie mencionada. El caucho sintético suele ser más barato de producir pero es más débil, menos flexible y con menos capacidad para soportar la vibración que el caucho natural. Hoy día es el sudeste asiático el espacio casi exclusivo de ese monocultivo por el clima e infraestructura adecuados a esa especie arbórea originaria de la selva amazónica. Nuevas carreteras conectan esas plantaciones con las fábricas de neumáticos en el norte de China.
 Los ecosistemas tropicales tan ricos en biodiversidad se transforman en espacios rurales donde predomina el monocultivo forestal que amenaza las funciones ecológicas básicas de una zona habitada por millones de personas. La producción mundial de caucho natural creció de casi 4 millones de tn en 1983 a 12 millones de tn en la actualidad. Para esta enorme producción, por ejemplo, los agricultores despejaron 46600 km2 de selva tailandesa sin contar otros espacios talados destinados a nuevas fábricas procesadoras, casas para los trabajadores y nuevos caminos para llegar a las nuevas plantaciones. Además esta especie es muy vulnerable al hongo microcyclus ulei que ataca a las hojas y consume sus nutrientes hasta que caen y esta plaga en una plantación es un acontecimiento muy grave porque es un potencial desastre económico. Como los árboles de caucho consumen mucha agua que se extrae de los ríos y de las napas también está en riesgo la calidad y la distribución de este recurso natural en zonas muy pobladas. El suelo pierde la fertilidad al estar desprotegido del sotobosque nativo, por el rozado y por la erosión de las lluvias monzónicas. Al mismo tiempo aumentó el uso de pesticidas para el control de las malezas y hongos que crecen en la plantación. El calentamiento global impacta en la región por el aumento de la temperatura y descenso de la humedad ambiental. Además se pierde la microfauna benéfica y hay envenenamiento de fauna y vegetación. Para los trabajadores hay riesgo de intoxicación por mal manejo de los agroquímicos así como por la disposición inadecuada de los residuos sólidos y por la emisión de vapores o gases emitidos entre la planta de acopio y la de beneficio. En muchas investigaciones los científicos han aconsejado a los agricultores que diversifiquen las actividades a través del cultivo de legumbres, arroz,  café, té y cacao para disminuir el impacto de esta práctica agrícola global pero los rendimientos económicos de la plantación son más altos y los pobladores no se resignan a disminuir sus ingresos a pesar del daño social y ambiental.
Si bien la extensión de estas plantaciones aumentaron en los ’90, en la actualidad el crecimiento es más lento o está en disminución y se estima en 10 millones de ha plantadas. FAO realizó una evaluación global de bosques tropicales mediante teledetección e información con datos de campo en el marco de FRA 2010 con el fin de obtener mejores resultados sobre el cambio de la masa forestal, el uso del suelo especialmente de los procesos de deforestación, forestación y expansión natural de los bosques.

Un proyecto innovador en fase experimental


La reserva nacional natural de Nabanhe, en Xishuangbanna, China, tiene un paisaje alternado de ecosistema virgen y plantaciones de caucho que está en estudio para conocer el éxito del manejo de un territorio intensamente globalizado. En 200 km2, la superficie de la ciudad de Buenos Aires, hay 33 comunidades donde viven casi 6000 habitantes. La reserva se divide en tres zonas: el núcleo donde no se permite ningún tipo de actividad humana; la zona de amortiguamiento donde habitan las personas y hacen un uso limitado de los recursos y la zona experimental donde se permite plantar y explotar los árboles. Los investigadores proponen la coexistencia de la plantación con el ecosistema natural aunque bien saben que la lógica de la conservación es prohibir cualquier actividad antrópica pero el impacto en muchas zonas de la región ya ocurrió y las consecuencias están a simple vista.

 

 El monocultivo forestal en la práctica docente

 En Argentina hay 2.000.000 ha con plantaciones, especialmente de pinos y de eucaliptos, realizadas en su mayoría por grandes empresas de capitales extranjeros pero el 60 % de ese total se concentra en la Mesopotamia: NE de Entre Ríos, Corrientes y en las orillas del río Paraná en Misiones. El Área SIG e Inventario Forestal de la Dirección de Producción Forestal a través del Convenio Marco N° 50/96 entre la CONAE y por entonces la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación generó entre los años 1998 y 2011 un banco de 1200 imágenes satelitales Landsat 5 TM y Landsat 7 ETM que cubren las áreas con plantaciones forestales de Argentina. En julio de 2012 se firmó un nuevo convenio por el cual ahora hay acceso a imágenes del satélite SPOT que han mejorado la capacidad de análisis de la cobertura del territorio con distintos tipos de resolución espacial y espectral. La planificación de la práctica docente sobre este sistema agrario puede iniciarse en la etapa de motivación con la observación de videos y el desarrollo del proyecto se sugiere con la resolución de una guía de estudio que permita el análisis de temas a escala nacional o regional como los ejemplos que se leen más arriba. Se propone como etapa de evaluación final una visita de campo a plantaciones cercanas a la escuela para que los estudiantes interpreten las amenazas y los impactos locales que esta actividad genera sobre la sociedad y el ambiente. Así también es de interés que recomienden a los estudiantes pensar y debatir sobre las posibles soluciones que deberían tomar los diferentes actores políticos, sociales, económicos y financieros involucrados en este sistema agrario. El acercamiento a organizaciones ambientalistas preocupadas por estas problemáticas es aconsejable para que los jóvenes establezcan entrevistas y asistan a conferencias sobre estos temas de interés comunitario para despertar el compromiso del cuidado ambiental.

En la imagen de GE se observan diferentes estadios de una plantación de eucaliptus y obrador en Entre Ríos
 (31°33'S - 58°04'O)

 Bibliografía de consulta

Andrade, P.G., Castro, G.L., Durán, D.A., Rodríguez, B.M., Rudas, L.G., Uribe, B.E., Wills, H.E. 2009. La mejor Orinoquia que podemos construir. Universidad de Los Andes. Bogotá.
Derruau, M. 1985. Geografía humana. Barcelona: Vicens - Vives.
George, P. 1970.Geografía económica. Barcelona: Ariel.
Gil, A. 1990. De la agricultura tradicional a la tecnológica. Madrid: Cincel. Cuadernos de estudio. Serie: Geografía 5.
IndustriALL GLOBAL UNION 2013. Conferencia mundial del caucho. Hungría: Budapest 23 y 24 de abril.
Mann. C.C. El auge del caucho en National Geographic en español. Enero 2016 Vol 38 N°1.
Marco, M.A. et al. 2012.Manual para productores de eucaliptos de la Mesopotamia argentina. Concordia: INTA.
ONU-FAO 2007. Global forest resources assessment 2010. Options and recommendations for a global remote sensing survey of forests. Roma:FAO.
ONU-FAO. 2011. Evaluación de los recursos forestales mundiales 2010. Informe principal. Estudio FAO: Montes 163. Roma: FAO.
ONU-FAO 2011. Capítulo 2: Extensión de los recursos forestales en Evaluación de los recursos forestales mundiales 2010. Roma: FAO.
ONU-FAO 2015. Evaluación de los recursos forestales mundiales 2015. Compendio de datos. Roma:FAO.
Payán, E. 2009. Informe sobre el estado de la biodiversidad en Colombia 2007- 2008.Bogotá: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
Viloria de la Hoz, J. 2009. Geografía económica de la Orinoquia. Cartagena de Indias: Banco de la República de Colombia.

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