sábado, 12 de julio de 2014

La cartografía de los espacios urbanos en el Renacimiento



En la era burguesa la confección de mapas y la investigación catastral se convirtieron en herramientas básicas para conjugar el arte del geógrafo con el ejercicio del poder político y económico. Así mismo la práctica del poder militar y la confección de mapas han ido de la mano. Las definiciones cartográficas de soberanía ayudaron a la formación de Estados junto a la administración y organización del espacio permitiendo la acumulación de capital. El espacio y la cartografía son constructos mentales y materiales.
Al inicio de la Europa moderna se manifestaron un conjunto de cambios que impulsaron el desarrollo de la cartografía e influyeron profundamente en muchas sociedades, economías y estructuras políticas tanto dentro como fuera de ese continente.
Entre 1500 y 1700 los ejércitos crecieron en número de integrantes, apareció la artillería junto a las tradicionales caballería  e infantería y se construyeron nuevas fortificaciones diseñadas por noveles profesionales como los ingenieros.
El desplazamiento de los grandes ejércitos a través de largas distancias obligó al conocimiento exhaustivo del terreno y del clima. Fue necesario obtener información de cada lugar a través de la colaboración de la población local y de topógrafos y agrimensores encargados de realizar mapas a gran escala con detalles de los nuevos territorios a conquistar. 
Las ciudades amuralladas medievales demostraron ser muy vulnerables al ataque de los nuevos proyectiles lanzados por cañones, hechos al principio de piedra y luego de hierro. Desde principios del siglo XVI en adelante, la solución arquitectónica para la defensa del sitio se encontró en las “líneas de bastiones” y los gruesos muros que fueron habitualmente reforzados con un foso. Era imposible disponer de una línea de bastiones sin planificarla antes en el papel de manera que su construcción rindiera al máximo en la defensa del lugar. Fueron los ingenieros italianos los primeros en realizar los planos de estas fortificaciones como el dibujado por Baldassare Peruzzi hacia 1529 pero que no llegó a construirse aunque otros sí prosperaron en ciudades como Génova, Florencia, Palmanova, Piacenza, Siena, Roma y Turín. Los ingenieros italianos dominaron el siglo XVI en las cortes europeas y se implicaron en proyectos cartográficos asociados con la construcción de obras públicas como canales o con la edificación de palacios reales. 

                                                                   
                                                           Palmanova, Italia

En América también se construyeron fortificaciones en defensa de los ataques de piratas en la ruta del oro en los territorios que estaban bajo los dominios españoles:


                                 Cartagena de Indias, Colombia: Paso de ronda y torreón


Cartagena de Indias, Colombia: Vista de calle desde Google Earth del baluarte Santa Catalina


Cartagena de Indias, Colombia: Vista de calle desde Google Earth del exterior de la muralla

En este video de San Francisco de Campeche, México se describe el centro histórico de la ciudad:



Santo Domingo, República Dominicana: Sector de la muralla frente a la autopista 30 de mayo medida en GE: 0,34 km

 Las fortificaciones construidas por los británicos en Quebec tenían como objetivo protegerse de las incursiones de pueblos originarios: 



Quebec: Fortificaciones


                                                          Quebec: Puerta de San Luis


Quebec: Parque de artillería

Hoy estos espacios son el centro histórico de cada ciudad y fueron destacados por UNESCO para preservar su valor patrimonial y cultural y constituyen recursos atractivos para el turismo internacional.
La elaboración de los planos de las ciudades, durante el Renacimiento, es una rápida respuesta al mundo en expansión gracias a las nuevas rutas marítimas del comercio, los objetivos militares de conquista y colonización  en otros continentes y la peregrinación religiosa hacia lugares santos. En esa época, se utilizaban tres maneras posibles de representar una ciudad:
q       De perfil, se dibujaba desde el nivel del suelo como si el observador se estuviera acercando desde el campo a pie o desde una nave en el mar hacia la costa. Se destacaban las iglesias y palacios con elevadas torres. 



q       Perspectiva a vista de pájaro es una visión oblicua, en diagonal, que ofrece una imagen fácil de interpretar por parte del espectador y que en la actualidad puede verse en folletos turísticos donde se resalta el dibujo de los principales monumentos o edificios de la ciudad. 


q       Planimétricas, como las resolvieron los romanos en la antigüedad con una cuadrícula, la visión es vertical, aérea y de mayor dificultad para su lectura. Leonardo Da Vinci dibujó el plano de Imola, Italia, en 1502 con imágenes planimétricas más tempranas de la Europa moderna (44 x 60 cm). 


                                    Fuente: Royal Library, Windsor castle, Inv. 12.284

El clérigo Georg Braun (1541-1622) de Colonia compiló una gran colección de 550 planos de ciudades en seis volúmenes Civitatis Orbis Terrarum entre 1572 y 1617. El principal grabador de estas imágenes en planchas de cobre fue Franz Hogenberg (1538-1590) junto a la colaboración de sus numerosos ayudantes. La publicación resultó un éxito comercial para los viajeros, los navegantes y los ejércitos de entonces. Cusco y México son las únicas ciudades americanas representadas en ese atlas y están en el volumen I publicado en 1572:

México


Cusco



Fuente para observar otros planos:






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